jueves, 24 de junio de 2010

Contraindicaciones

Fragmento escrito el 13 de junio por la tarde, después de limpiar la casa tras mi cumpleaños, cuando me sorprendí al ver un prospecto, y darme cuenta de que pareciera que todas las cosas están de alguna manera contraindicadas. Dejo del festejo, un minúsculo retazo de carcajada hecho rima...


Están contraindicadas las tazas de café,
los cigarros en ayunas, y nadar tras de comer.
No usar casco en bicicleta y tantas cosas que no se,
no cubrirse la cabeza con paraguas al llover.

Contraindicada esta la suerte en el juego,
pues indica tristemente desfortuna en el amor,
no se deberá jamás jugar con fuego,
ni poner en ese vaso energizante con melón.

Contraindican los choferes descender por adelante,
no mirar para ambos lados siempre antes de cruzar.
Contraindican los que saben los boliches con parlantes,
pues generan desencuentros al momento de escuchar.

Contraindicados por doctores los amores sin condones,
las cigüeñas parisinas no llamadas,
Usar en las zapatillas desatados los cordones,
o mirar en demasia al pasar nuestra cuñada.

martes, 8 de junio de 2010

Lucía

Cierto día crucé por delante de una radio a todo volumen, y en una entrevista a Serrat escuché algo que me llenó de intriga. Le preguntaban como había sido la composición de "Lucía".
Ya saben, esa canción que dice: "Vuela esta canción para ti, Lucía. La más bella historia de amor, que tuve y tendré. Es una carta de amor que se lleva el viento pintado en mi voz, a ninguna parte, a ningún buzón..."
El Nano (no por nada mi cachorro se llama así), contaba que Lucía había existido, pero no como una mujer que pasó por su corazón, sino que tiene retazos, partes, dejos, de aquellas que habían forjado una huella en su vida...
Quizás sea así, me gusta pensar que existirá siempre una Lucía, y quizás sus parecidos, o sus diferencias con las demás la hagan única, pero Lucía está.
Está, quizás presente, quizás ausente...
No, siempre se le escribe a la Lucía ausente.
En general los "hombres sensibles de Flores" de los que nos habla Dolina (cambió tanto la ciudad que algunos andamos sueltos por otros barrios), temen que si le escriben a la Lucía que no se fue, le den un motivo perfecto para irse, a veces las rimas que no se buscan son las primeras que se encuentran. Y si lo pensamos un poco, las Lucias a las que no se les escribe, se terminan yendo...
Quizás el destino de todas las Lucias es irse, y dejarnos un perfume, una distancia, algún borroso recuerdo, un caluroso cachetazo, y la promesa de no volver jamás, o una excusa mezclada con reproches y una rodaja de emoción. Y así, darnos un cocktail de tristeza, adioces y melancolía, en fin, un motivo para escribir... ¿No fue Machado el que dijo que se canta a lo que se pierde?
Quizás, no sea cierto que Lucía tenga algo de cada mujer, y la realidad es que todas las mujeres tienen algo de Lucía...