martes, 26 de octubre de 2010

Reflexiones del 53

A veces necesito una pared,
para apoyarme cuando espero el colectivo
y mientras pienso en tantas cosas.
A veces subo al 53 lleno de gente,
y voy parado, y al mirar la ventanilla
veo el reflejo y reconozco en él algo de mi.
A veces estoy triste, y me molesta tanto
que me crean cuando digo que no sé por qué,
y la vida siga, y yo no tenga ganas de acompañarla.

A veces me da miedo estar solo,
y busco en la risa de los amigos, o en una historia,
ese abrazo que siento que me falta.
A veces me dan ganas de escribir otras cosas,
de tener canciones de amor para cantar,
de tener más que contestadores para hablar.
A veces me despierto,
y estoy más solo que la noche anterior,
y más acompañado que la noche después.

A veces me derrumbo de solo pensar en el pasado,
y no me reconozco como en el reflejo,
y agradezco al tiempo y a la vida por tal cambio.
A veces me da lástima dar lástima,
y pienso en escribir sobre abrazos de siempre,
y besos que se besan hoy en la esquina.
A veces me busco la fortuna que tengo,
a veces la suerte me encuentra,
y creo que a veces, sé como esquivarla.

A veces hago duelo por aquello que aún no perdí,
y me dan ganas de salir corriendo,
o de salir, solo salir.
A veces distingo una mirada distinta,
y me despierto con ganas de volver a mirarla,
pero descubro que no es más que un quizás.
A veces canto lo que escribo,
a veces escribo lo que canto,
a veces espero el próximo 53, solo para pensar.

viernes, 22 de octubre de 2010

Huele a huelga Buenos Aires

Huele a huelga Buenos Aires,
a pancarta, a agrupación y cacerola,
huele a toma Buenos Aires,
a estudiantazo, a asamblea, a humo de gomas.

Huele a lío Buenos Aires,
a protesta, sindicato, escudos, botas,
huele a tiros Buenos Aires,
a represión, persecución y mil pistolas.

Huele a diciembre Buenos Aires,
a indignación, a mentira y cossa nosstra.
huele a los noventa Buenos Aires,
a champagne, a nombramiento, a miedo y sombras.

Huele a gritos Buenos Aires,
a Congreso, a militancia y a banderas,
huele a desaparecidos Buenos Aires,
a grilletes, a esposas y cadenas.

Huele a basta Buenos Aires,
a nunca más, a victoria, a independencia,
huele a conflicto Buenos Aires,
huele a huelga.

sábado, 9 de octubre de 2010

Regresando a la poesía...

Para escribir estas estrofas le robe un verso a Sabina... espero sepa disculparme, como siempre.
El amor, a veces no duele tanto como el sentir que ya no duele...
Duele el desamor, pero cuando deja de doler, queda un espacio vacío, que es más difícil  de llenar que una cama, que un poema, que un espejo...

Lo peor de lo peor


Lo peor del amor cuando termina,
son las cualidades que se opacan.
El olor a nicotina en las cortinas,
el sabor a diez cafés de mis mañanas.
Los besos que me arrancan otras bocas,
las ciudades que me pintan otras almas.

Lo peor de las ausencias son las sombras,
o la oscura sensación del desencuentro.
El salir sin abrigo a las veredas,
y que duela más el frío que el silencio.
El encontrar mi corazón en la heladera,
el no esperarte más, al pie de la escalera.

Lo peor de lo peor no es no tenerte,
no es la silueta que dibuja en mi colchón alguna musa.
Lo peor de lo peor no es el espejo,
que se aburre tristemente por no verte.
Lo peor de lo mejor es que te busco,
con los ojos, con las manos, y en tu ausencia somos uno.