miércoles, 19 de mayo de 2010

La Ausencia

Dice el maestro Dolina que el universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia, uno no está casi en ninguna parte. Pero cuánto habrá de nosotros por cuántos lugares que no sabemos. Lugares donde dejamos quizás olvidada, o no, una huella, un hilo desprendido del saco, o una sonrisa en un espejo. La ausencia es relativa, y en cada lugar que estamos dejamos un retazo de lo que fuimos, ya sea físico, o quizás en la memoria de la persona que se quedó.

Mentiría si te digo que te extraño.
Son mis manos, y no yo, las que te buscan,
trazando eses en la almohada.
Son las yemas de mis dedos las que extrañan la textura de tu espalda.
Son mis dos pies los que deshacen camas,
buscando tus pies para enredarse.
Serán mis costillas, sin el cinturon que eran tus brazos,
mis cosquillas, o mis pulmones que no se llenan de tu risa.
Quizás te extrañen mis oidos, que despiertan sin tu voz en la cocina.
O mis hombros, que sin tus lagrimas hoy están secos,
y guardan la forma de tu rostro desde la última vez.
Serán las lámparas de la casa, que extrañan alumbrarte,
o la alfombra que ya no siente tus pasos y se alegra de que llegaste.
Será el hueco en mi pecho, o la mueca que me dejaste por sonrisa.
Quizás la silla vieja que cruía cuando mi regazo era tu asiento, o
el viento que movía las cortinas y entraba solo para verte.
Tal vez, la barra de nuestro bar, sin la huella de tus copas.
Quien sabe, quizás el espejo, que no quiere mirar desde que te fuiste.
Podría decirte, corazón, que no, no soy yo el que te extraña...

jueves, 6 de mayo de 2010

Vuelvo...

Pequeño retazo de poema (más quisiera yo) que me dejó la vuelta de la facultad, mientras jugaba con las palabras que escuchaba, mientras ignoraba las ventanillas, los vendedores ambulantes y la ciudad detras de los vidrios empañados...
Un celular, relleno de notas, de pedacitos de lo que voy siendo... No puedo dejar de escribir, cuando tengo un minuto, cuando tengo algo que decir, y no hay oidos para escuchar. Hace mucho que no subo nada, pero aca vuelvo, aunque nunca dejé esta pulsión de lado, y como dice el tango: alguien dijo que me fui de mi barrio, pero cuándo, cuándo si siempre estoy llegando...
Para mis vecinos y vecinas en éste, el Barrio del Dolor (Homenaje a Dolina) para que no nos tape la luz la niebla...

Distantes

Estudio la distancia que nos recorre.
Distancia de otoño, de hojas secas,
crujientes bajo botas con frio.
Distancia de lluvia, de viento helado,
brisa sureña que cala huesos y recuerdos.
Repito la lección frente al espejo,
y el abandono me pinta un cuadro:
retrato del que se quedo sin silla.
Recorre mi mirada los muros sin tus fotos,
pide clemencia el jirón de verano que olvidaste en la heladera,
y el invierno, duro, helado, cierto y tangible como tu ausencia,
pone mi corazón sobre la mesa,
y desanuda los hechizos que me amarran,
cierra mis ojos, quiebra voluntades e insiste en recordar.
Me insta a repasar los días que pasamos juntos,
a devorar las horas en que fuimos tan felices
cuando encendía la luz para verte sonreir mientras dormias,
y alumbraba el sol, y la luna acompañaba,
y la última estrella se dormía entre mi pecho y tu espalda...