sábado, 17 de julio de 2010

Al frío y los recuerdos

A veces vuelvo a casa la mañana después,
y el invierno me conversa esperando el colectivo,
y a las pocas hojas que quedan en los árboles
las uno, imaginando constelaciónes amarillas, anaranjadas.
Y no tengo sueño, ni prisa, ni amores perros,
ni añoro el otoño, ni lo que alguna vez fuimos.

El agua que corre por el cordón de la vereda
parece más agitada que de costumbre,
como si temiera detenerse y congelarse.
Como si por esa misma calle que ya no ve tus pasos,
algo tuviera que romper la calma,
en el silencio del frío que impone tu ausencia.

La Luna se fue sin que la echen,
y el Sol no viene aunque lo llame.
Y le quito un cálido suspiro a tu recuerdo,
para dárselo al hielo doloroso de mis manos.
Jugueteto con la idea de tenerte, y olvidarte,
y detenerte y de nuevo olvidarme.

El amargo viento de Julio deja cortes en los labios,
donde la madrugada de Abril, exuberante,
bordó pasiones, encuentros, amaneceres.
Hoy hay ayeres, repletos de pasado,
y tu recuerdo se me presenta en forma de agua,
del hielo de mis manos, del cordón inquieto de tu calle,
de la lágrima que entibia mi mejilla.

2 comentarios:

  1. No sabía que escribías!! Me encanta!!!! Gisele.

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  2. Graaacias Gise, pero no tanto como a mi tus pinturas!!!

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