sábado, 10 de septiembre de 2011

La Belle Indiference (Rapeados Ripios sobre la Histeria)

No tenía disnea,
ni paralizado el brazo,
pero como a Cenicienta
le cabía este zapato.

Decía decir "no"
cuando decía "no se",
dejaba la puerta abierta
y se cerraba el negligée.

Te toma de la mano
y la suelta antes de tiempo,
"éste si que no me gusta,
es demasiado deshonesto".

Si le presentan otro,
medio lindo, intelectual,
"no, sacalo, es muy perfecto,
se parece a mi papá".

Histerica le dicen,
te pasa de cocción,
es de las que nunca pasa
de la charla hasta el colchón.

Histerica la llaman,
manzana envenenada,
te cela con su amiga
y la vecina de tu hermana.

Pero cuando le ganan
las ganas de ganarte,
no se toma su tiempo,
su placer es dominarte.

Te dice que te extraña,
pero tiene compromisos,
cuidás de tu autoestima
o te lo deja por el piso.

No busques entenderla,
no llames su atención,
si te ve medio caído
te dispara al corazón.

Nunca vas a conseguir
darle lo que ella te pide,
porque es una paradoja,
nunca quiere lo que exige.

Te trata de peón,
y te tiene en jaque mate,
te busca, te persigue,
pero solo va a dejarte.

No le escribas poesía,
no sigas su pasión,
si buscás enamorarla
no le prestes atención.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Urquiza esquina Venezia

Piercing adorna su boca
como flor en el ojal,
un lunar en la sonrisa,
la tinta en el anular.

No la nombro por si acaso,
no es mi afán comprometer,
ni tan Club, ni tan Araoz,
ni tan Banfield, ni tan diez.

Mi poesía amordazada
no se deja convencer,
si le digo que se calle,
y la nombra sin querer.

Diez Marlboro en cada charla,
su baldosa de llorar,
un pañuelo en torno al cuello
y las botas de montar.

No hay gollete en esta historia,
no hay grilletes en sus pies,
si la extraño más que a Clara,
en francés quizás "Je t'aime".

Dame un beso, media risa
y no me pagues el café,
si me olvido, recordame,
si te vas, me voy también.

Impares las estrofas,
es que así te gustan más,
si te pienso más que mucho,
te lo juro por Lacan.