Quise escribirle una canción,
a mi Lady Barcelona,
la de ojitos enmarcados,
el que avisa no traiciona.
Con su "adrede", y su "no jodas"
con su boca peligrosa,
vuela libre, linda y loca.
¿No merece una canción?
Soñé con invitarla a dormir
entre su Luna y mi cama,
entrecerré la persiana
para que el Sol se nos olvide a la mañana.
Quise perderme extasiado,
en el laberinto de su pelo,
bebiendo a sorbos y a tragos
su ensortijado veneno.
Quise contarle un cuento donde fuera mi princesa,
secando mi garganta con el humo de su risa,
o colgarme cual Romeo del balcón
de una mirada que oficiaba de cornisa.
Puse las yemas de mis dedos a dormir sobre tu espalda,
puse mi boca en tu cuello, sentí el olor de la infancia.
Puse mis sueños a mirarte estrujando las sábanas
de un cuarto de alquiler, un viernes de madrugada.
Y recordé nuestra cocina,
las miradas del salón,
sin pensarlo entre pasiones,
te presté este corazón...
Si el presente nos sonríe,
y del futuro no me acuerdo,
mientras tenga tu mirada,
que no se me acuse de cuerdo.
WOW.
ResponderEliminarTu lady Barcelona sonríe recordando momentos...
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