jueves, 18 de noviembre de 2010

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A la hora en que Cenicienta
perdía su zapato de cristal,
cuando párpados y persianas,
tienen lo mismo que contar.

A la hora en que la botella,
se baila un vals con el cordón,
y se refugia en su guarida,
tras la fuga algún ladrón.

A la hora en que las sonrisas
tienen gusto a ser de ayer,
y se reservan la alegría
los que se quieren sin querer.

A la hora en que el reloj
vuelve de nuevo a empezar,
y la poesía encuentra rima,
y el poeta su disfraz.

A la hora en que el canario
se ha cansado de cantar,
y planea la manera
de huir por ese ventanal.

A la hora en que las ganas,
tienden siempre a conjugar
los verbos más divertidos
con las ansias de sudar.

A la hora en que los versos
quieren decir la verdad,
y la Luna está dormida
y no se quiere despertar.

A la hora en que despierta
la acuarela del pintor,
y la realidad es sueño,
y se hace el perfume canción.

A la hora en que el inconciente
prende la última luz,
y el arrepentido no sufre,
y no pesa tanto su cruz.

A la hora en que el olvido
es la estrategia peor.
A la hora de acordarse
de preguntar ¿qué es mejor?

2 comentarios:

  1. El olvido es la estrategia peor......

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  2. Por supuesto, no hay que olvidar.
    Entre tantas otras cosas, no hay que olvidar lo que nos hizo mal, y así tratar de no cometer más de una vez el mismo error.

    "Porque el perfume se hace canción,
    y la canción melodía,
    y la poesía tiene emoción,
    y a veces no encuentra rima.
    Pero pocas cosas quedan,
    a decir verdad, ya nada,
    preferible usurpar frases,
    y que te usurpen la almohada.
    Si total todo ha pasado,
    y del dolor ya no me acuerdo,
    el sufrimiento es pal' velorio,
    y mis poesías recordatorios..."

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