Hoy que ya estoy para estos trotes,
y me va quedando chico el "qué dirán",
ya no abuso de los puntos suspensivos,
ni verdades entre falsos "ja-ja-ja".
Hoy que el sueño de ser alto
lo cambié por la esperanza de ser grande,
hoy que vivo y me desvisto
con la misma libertad.
Hoy que tengo a la poesía,
menos sueño que mentiras,
más palabras que saliva,
más presente que quizás.
Hoy que estoy, que no me voy,
que me encanta respirar,
que no temo a los fracasos,
ni me asusta el "nunca más".
Hoy que el niño acobardado
decidió alzar la mano y gritar una opinión,
pongo una coma al pasado,
y me embarco hacia la acción.
Hoy que afronto el paredón
que proponen tus silencios,
ahí donde el juzgado del amor,
manda a morir a los besos.
Hoy que no vendo mis ojos
echando culpas al destino,
y me arrojo sin pensar
hacia nuevos precipicios.
Hoy que de nuevo el corazón
corre a gritarme "¡estas vivo!",
y encuentro una palabra, una canción,
que me endulzan las mañanas y el oído.
Hoy y ahora responsable
de elegir mi fortuna en la ruleta,
de sacar un as de espadas de la manga
y apostar el alma entera en cada vuelta.
Hoy que tengo algún "te quiero" para dar,
y, salvando las distancias y los miedos,
te escribo lo que dicta mi deseo,
y me olvido del olvido y el azar.
Hoy que enfrenta una pregunta a la certeza,
hoy que prendo la luz a lo imposible,
y si enfermo de fracaso es por pereza,
hoy que tengo una promesa de invencible.
Hoy que me hago responsable,
que no tengo a quien rezar,
que soy dueño de mí mismo,
hoy soy siempre, y siempre más.
sábado, 3 de marzo de 2012
domingo, 29 de enero de 2012
Mi penúltima poesía
Mi penúltima poesía
no va a hablar de cicatrices,
ni de amor desamorado,
ni de urgencias o deslices.
No va a ser, les aseguro,
desnudez de mis complejos,
mucho menos una oda
dedicada a los espejos.
La penúltima que escriba
no va a ser de corazones,
o pasión desenfrenada
en impacientes ascensores.
Mi penúltima canción,
no está escrita en RE mayor,
ni va a ser catalogada
de las peores la mejor.
Mi penúltimo verso
me va a describir "don nadie",
y a tirar por estribor
mis mentiras y mis fraudes.
La impostura de valiente
que me enseñó Jean-Paul Sartre,
va a servir de mal ejemplo
a canallas y a cobardes.
Mi penúltima poesía,
no la va a dictar la diestra,
ni la tinta rojo sangre
que a las otras escribía.
Va a ser graffitti en el baño,
de cualquier sucia estación,
entre el vaho enmohecido
del pasado y el rencor.
Mi penúltima poesía
no la escribo para nadie,
ni para que se haga eco
de mi nombre Buenos Aires.
La firmará un tal Leandro
que nunca supo escribir,
que eligió dejar el lapiz,
malviviendo de aprendiz.
no va a hablar de cicatrices,
ni de amor desamorado,
ni de urgencias o deslices.
No va a ser, les aseguro,
desnudez de mis complejos,
mucho menos una oda
dedicada a los espejos.
La penúltima que escriba
no va a ser de corazones,
o pasión desenfrenada
en impacientes ascensores.
Mi penúltima canción,
no está escrita en RE mayor,
ni va a ser catalogada
de las peores la mejor.
Mi penúltimo verso
me va a describir "don nadie",
y a tirar por estribor
mis mentiras y mis fraudes.
La impostura de valiente
que me enseñó Jean-Paul Sartre,
va a servir de mal ejemplo
a canallas y a cobardes.
Mi penúltima poesía,
no la va a dictar la diestra,
ni la tinta rojo sangre
que a las otras escribía.
Va a ser graffitti en el baño,
de cualquier sucia estación,
entre el vaho enmohecido
del pasado y el rencor.
Mi penúltima poesía
no la escribo para nadie,
ni para que se haga eco
de mi nombre Buenos Aires.
La firmará un tal Leandro
que nunca supo escribir,
que eligió dejar el lapiz,
malviviendo de aprendiz.
martes, 24 de enero de 2012
No te dejo de elegir
Me enseñaste a chamuyarme a la verdad
para ver si le sacaba una sonrisa.
Me enseñaste la amistad
que se esconde en el revés de una caricia.
Me enseñaste -casi todo-
lo que se puede enseñar,
me enseñaste a sumar y a restar:
A sumar nuevos abrazos,
a hacer cuentas y restar viejos fracasos.
Me enseñaste que hay que ponerle actitud,
que la vida está por dentro y no le gusta el ataúd.
Me enseñaste que la culpa no es amiga,
y que si hago de las mías tengo que poner la "face",
y reírme del derrumbe y las bondades del fernet.
Me enseñaste que las gatas,
sobre todo esas con botas,
no te abrazan, y te dejan en pelotas,
de propina queda la cara de idiota.
Y que no hay peor pecado
que olvidarse de poner el corazón,
me enseñaste que siempre hay alguna opción.
Me enseñaste, a las trompadas,
a buscar eso que me hace diferente
sin que importe lo que me diga la gente,
a mi me basta tu opinión.
Me enseñaste a no estar solo,
si te tengo de mi esquina
no hay peligro de knock-out.
Me enseñaste la verdad de la bondad,
y la piedad de las mentiras,
sos mi hermana pero la jugás de amiga,
y por mi parte no te dejo de elegir.
No las dejo de elegir.
para ver si le sacaba una sonrisa.
Me enseñaste la amistad
que se esconde en el revés de una caricia.
Me enseñaste -casi todo-
lo que se puede enseñar,
me enseñaste a sumar y a restar:
A sumar nuevos abrazos,
a hacer cuentas y restar viejos fracasos.
Me enseñaste que hay que ponerle actitud,
que la vida está por dentro y no le gusta el ataúd.
Me enseñaste que la culpa no es amiga,
y que si hago de las mías tengo que poner la "face",
y reírme del derrumbe y las bondades del fernet.
Me enseñaste que las gatas,
sobre todo esas con botas,
no te abrazan, y te dejan en pelotas,
de propina queda la cara de idiota.
Y que no hay peor pecado
que olvidarse de poner el corazón,
me enseñaste que siempre hay alguna opción.
Me enseñaste, a las trompadas,
a buscar eso que me hace diferente
sin que importe lo que me diga la gente,
a mi me basta tu opinión.
Me enseñaste a no estar solo,
si te tengo de mi esquina
no hay peligro de knock-out.
Me enseñaste la verdad de la bondad,
y la piedad de las mentiras,
sos mi hermana pero la jugás de amiga,
y por mi parte no te dejo de elegir.
No las dejo de elegir.
lunes, 2 de enero de 2012
Rimas a tu desconfianza
Cargando en mi presente,
con las culpas del ayer
de algún otro inconocido,
que el dolor te hizo saber.
La desconfianza te come los labios,
y la impaciencia mi cabeza,
cada pregunta es un engaño,
en las respuestas no hay certeza.
No me das tiempo de mentir,
cómo esperás que haga lo propio,
si cada vez que te hablo en serio
la vas de cínica anti-novios.
Tengo un ayer, te lo confieso,
le hice un poema a más de una,
fidelidad solo al deseo,
la noche entera es de la Luna.
Pero hoy no vengo a chantajear
a tu confianza con consejos,
cursilerías de arrepentido,
voy del papel hasta los hechos.
Me tenés casi siempre en jaque,
arriesgo torres y peones por vos, reina,
pero está lleno de sangre mi tablero,
ya es la hora de que plantes tu bandera.
Y te atrevas a saltar hacia el "quién sabe",
y deshojes margaritas siempre impares,
que el amor es la ruleta, sumo y sigo,
y de hambre mueren los besos cobardes.
No me digas "buena suerte", ni "hasta luego",
no me alquiles mi "te quiero" a plazo fijo,
no me sepas de memoria el argumento,
deja que te toque el alma mi estribillo.
con las culpas del ayer
de algún otro inconocido,
que el dolor te hizo saber.
La desconfianza te come los labios,
y la impaciencia mi cabeza,
cada pregunta es un engaño,
en las respuestas no hay certeza.
No me das tiempo de mentir,
cómo esperás que haga lo propio,
si cada vez que te hablo en serio
la vas de cínica anti-novios.
Tengo un ayer, te lo confieso,
le hice un poema a más de una,
fidelidad solo al deseo,
la noche entera es de la Luna.
Pero hoy no vengo a chantajear
a tu confianza con consejos,
cursilerías de arrepentido,
voy del papel hasta los hechos.
Me tenés casi siempre en jaque,
arriesgo torres y peones por vos, reina,
pero está lleno de sangre mi tablero,
ya es la hora de que plantes tu bandera.
Y te atrevas a saltar hacia el "quién sabe",
y deshojes margaritas siempre impares,
que el amor es la ruleta, sumo y sigo,
y de hambre mueren los besos cobardes.
No me digas "buena suerte", ni "hasta luego",
no me alquiles mi "te quiero" a plazo fijo,
no me sepas de memoria el argumento,
deja que te toque el alma mi estribillo.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Sueño
Soñé con adoquines y con besos en francés,
una clase en la Sorbona, y correr por el andén.
Escribir un árbol, plantar al abandono a un libro,
tomar aire y beber "te quieros" de la copa del olvido.
Soñé con despertarme con vos,
y con voz de madrugada.
Soñé con lo que sueñan desertores
de las guerras que se libran en las camas.
Soñé con la combinación de mi piso y tu zapato,
con la acuarela desarreglada de una cortina,
con el tic-tac detrás mis costillas en tu oído
y las inconcientes verdades del deseo.
Soñé con serle fiel a mis preguntas y a tus miedos,
y desechar las decisiones cuando elige mi despecho.
Vía franca, infinitiva, perceptiva y visceral,
ensueño diurno hecho presente de las noches que vendrán.
Soñé que me soñaba dando vueltas en la cama,
soñando abrir los ojos pero no me despertaba.
Soñé que se asociaban tus silencios a los míos,
como cómplices, como lento, como nunca.
Soñé la discreción de una caricia
y el murmullo de una sonrisa al aire.
Con el brillo mudo del tacto
del espacio entre mis dedos y tu espalda.
una clase en la Sorbona, y correr por el andén.
Escribir un árbol, plantar al abandono a un libro,
tomar aire y beber "te quieros" de la copa del olvido.
Soñé con despertarme con vos,
y con voz de madrugada.
Soñé con lo que sueñan desertores
de las guerras que se libran en las camas.
Soñé con la combinación de mi piso y tu zapato,
con la acuarela desarreglada de una cortina,
con el tic-tac detrás mis costillas en tu oído
y las inconcientes verdades del deseo.
Soñé con serle fiel a mis preguntas y a tus miedos,
y desechar las decisiones cuando elige mi despecho.
Vía franca, infinitiva, perceptiva y visceral,
ensueño diurno hecho presente de las noches que vendrán.
Soñé que me soñaba dando vueltas en la cama,
soñando abrir los ojos pero no me despertaba.
Soñé que se asociaban tus silencios a los míos,
como cómplices, como lento, como nunca.
Soñé la discreción de una caricia
y el murmullo de una sonrisa al aire.
Con el brillo mudo del tacto
del espacio entre mis dedos y tu espalda.
lunes, 24 de octubre de 2011
Lunar de Avellaneda
Cruzando el río,
bajando por el puente,
en la esquina de la plaza,
en la esquina de la plaza,
casi al borde de las tres.
Un encuentro, una sonrisa,
una víspera de ayer,
qué difícil la poesía
si se busca enternecer.
Abrir los ojos y verla,
su sonrisa al despertar,
desayuno: beso y risa,
con caricias para untar.
Delimito con mis dedos
la geografía del deseo,
bordeando como sombra
cada línea de su cuerpo.
cada línea de su cuerpo.
Y entrecruzando los sueños,
las piernas y las manos,
los susurros a lo oscuro,
y las ganas con los labios.
La textura de su aliento,
el latido de los dos,
el cabello hecho perfume,
el tacto, la habitación.
Su lunar es una estrella,
que indica la dirección,
en el medio de su pecho,
delante del corazón.
sábado, 10 de septiembre de 2011
La Belle Indiference (Rapeados Ripios sobre la Histeria)

ni paralizado el brazo,
pero como a Cenicienta
le cabía este zapato.
Decía decir "no"
cuando decía "no se",
dejaba la puerta abierta
y se cerraba el negligée.
Te toma de la mano
y la suelta antes de tiempo,
"éste si que no me gusta,
es demasiado deshonesto".
Si le presentan otro,
medio lindo, intelectual,
"no, sacalo, es muy perfecto,
se parece a mi papá".
Histerica le dicen,
te pasa de cocción,
es de las que nunca pasa
de la charla hasta el colchón.
Histerica la llaman,
manzana envenenada,
te cela con su amiga
y la vecina de tu hermana.
Pero cuando le ganan
las ganas de ganarte,
no se toma su tiempo,
su placer es dominarte.
Te dice que te extraña,
pero tiene compromisos,
cuidás de tu autoestima
o te lo deja por el piso.
No busques entenderla,
no llames su atención,
si te ve medio caído
te dispara al corazón.
Nunca vas a conseguir
darle lo que ella te pide,
porque es una paradoja,
nunca quiere lo que exige.
Te trata de peón,
y te tiene en jaque mate,
te busca, te persigue,
pero solo va a dejarte.
No le escribas poesía,
no sigas su pasión,
si buscás enamorarla
no le prestes atención.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Urquiza esquina Venezia
Piercing adorna su boca
como flor en el ojal,
un lunar en la sonrisa,
la tinta en el anular.
No la nombro por si acaso,
no es mi afán comprometer,
ni tan Club, ni tan Araoz,
ni tan Banfield, ni tan diez.
Mi poesía amordazada
no se deja convencer,
si le digo que se calle,
y la nombra sin querer.
Diez Marlboro en cada charla,
su baldosa de llorar,
un pañuelo en torno al cuello
y las botas de montar.
No hay gollete en esta historia,
no hay grilletes en sus pies,
si la extraño más que a Clara,
en francés quizás "Je t'aime".
Dame un beso, media risa
y no me pagues el café,
si me olvido, recordame,
si te vas, me voy también.
Impares las estrofas,
es que así te gustan más,
si te pienso más que mucho,
te lo juro por Lacan.
como flor en el ojal,
un lunar en la sonrisa,
la tinta en el anular.
No la nombro por si acaso,
no es mi afán comprometer,
ni tan Club, ni tan Araoz,
ni tan Banfield, ni tan diez.
Mi poesía amordazada
no se deja convencer,
si le digo que se calle,
y la nombra sin querer.
Diez Marlboro en cada charla,
su baldosa de llorar,
un pañuelo en torno al cuello
y las botas de montar.
No hay gollete en esta historia,
no hay grilletes en sus pies,
si la extraño más que a Clara,
en francés quizás "Je t'aime".
Dame un beso, media risa
y no me pagues el café,
si me olvido, recordame,
si te vas, me voy también.
Impares las estrofas,
es que así te gustan más,
si te pienso más que mucho,
te lo juro por Lacan.
lunes, 15 de agosto de 2011
Viernes de lluvia (Esquema fundamental para obtener una sonrisa)
Concentración,
tarareo, ojos cerrados.
El adoquín y la lluvia,
el cordón, la vereda,
dos zapatillas desatadas.
El auto que cruza,
la espera, el semáforo en rojo,
el paraguas, los charcos.
El viernes, los recuerdos,
los planes, los acertijos,
los libros, los cuentos.
Los enigmas, las verdades,
el diván, los escenarios,
la música, el ruido.
Los peatones, los zapatos,
las sombras, las hojas,
el barro, las baldosas.
Las canaletas, el granizo,
las ventanas, los faroles,
los puños en las mangas.
La colilla, dos dedos,
el viento, la humedad,
Buenos Aires.
Tu piloto, las botas,
tres pasos, dos segundos,
un de repente.
Tu perfume,
distracción, mi traspié,
tu sonrisa.
domingo, 31 de julio de 2011
Desnudando musas
Se me ha preguntado alguna vez cómo es que escribo, de dónde surge la inspiración, dónde busco.
Se me ha preguntado cómo describo, cómo cuento, cómo enumero.
La respuesta a todo esto es la propia pregunta. Cuando me pregunto qué tengo que ver, entonces ahí, ahí es donde empiezo a mirar.
Desnudando Musas
quitarle el maquillaje,
desvestirla de adornos.
Dejarla infinitiva,
que sea puro lienzo,
potencial.
Extraerla de su voz y sus gestos,
encender las luces,
apagar los juicios.
Mirarla detenidamente,
encontrar contornos,
sombras.
Buscarla,
observar su paso,
sus líneas, su ausencia.
Asumirla incorrecta,
inexacta,
y encontrar a la musa.
domingo, 10 de julio de 2011
Instrucciones para un viernes.
No dejes para mañana
las sonrisas que son de hoy.
No hables con la boca,
charla con los ojos,
mira con los oídos,
busca con los labios.
No culpabilices tus heridas,
no cuentes los días,
vive las horas,
saborea los momentos
y los besos,
que duran lo que un sueño.
Salpica con los pies en un charco,
cierra el paraguas,
abre los días y los párpados.
Devora el mundo,
desilusiona a tu egoísmo,
huele un perfume y detente a respirar.
Suénate el cuello y los dedos,
olvídate del pasado mañana,
cúrate de espanto,
quítate el bolso y las medias,
pon los codos en la mesa,
silva una de Sabina.
Cuenta un secreto,
canta frente al espejo,
sonríe en la peatonal,
despréndete otro botón,
confía en tu sombra,
ríe, nunca es demasiado.
las sonrisas que son de hoy.
No hables con la boca,
charla con los ojos,
mira con los oídos,
busca con los labios.
No culpabilices tus heridas,
no cuentes los días,
vive las horas,
saborea los momentos
y los besos,
que duran lo que un sueño.
Salpica con los pies en un charco,
cierra el paraguas,
abre los días y los párpados.
Devora el mundo,
desilusiona a tu egoísmo,
huele un perfume y detente a respirar.
Suénate el cuello y los dedos,
olvídate del pasado mañana,
cúrate de espanto,
quítate el bolso y las medias,
pon los codos en la mesa,
silva una de Sabina.
Cuenta un secreto,
canta frente al espejo,
sonríe en la peatonal,
despréndete otro botón,
confía en tu sombra,
ríe, nunca es demasiado.
miércoles, 29 de junio de 2011
Arrebato de paciencia

a escucharte entre tanto ruido,
a sentir el tacto de tus dedos
enredándose a los míos.
Harto de palabras,
muerto de frío,
ávido de pasado,
de lo que nunca ha sido.
Me senté a tu orilla,
y me tocó los pies la espuma,
me tomé un café con tarde,
y el silencio fue de Luna.
Hice un guiño a mi "no digas",
y el oído supo qué escribir,
que pederse en una rima
huele mejor que decir.
Quedé ciego de ver todo,
que es lo mismo que no ver,
el ruido de tus zapatos,
me mostró por dónde ser.
Cambié versos por verbos,
cambié el ritmo por latir,
cambia todo cuando cambias
el decir por el sentir.
domingo, 26 de junio de 2011
A las cinco de la tarde (que me perdone Lorca)
A las cinco de la tarde
sentí que se rompió un sueño,
supe lo que es ser de abajo,
supe lo que es estar lejos.
A las cinco de la tarde
cuando no hubo palabras,
cuando fue todo tristeza
fue la hora más amarga.
Lloré y sufrí con tu nombre,
a las cinco de la tarde,
descendí hasta los infiernos,
me acordé de los cobardes.
A mis cinco de la tarde,
le faltó tan poco y tanto,
a mis cinco de la tarde,
te incluí en mi diccionario.
Palabra cruel desalmada,
llena de odio y de carne,
te prometo que si vuelvo,
vuelvo con toda mi sangre.
Vuelvo como vuelve el Fénix,
que se levanta del fuego,
que vuelvo a ser lo que fuimos,
con River hasta mi entierro.
sentí que se rompió un sueño,
supe lo que es ser de abajo,
supe lo que es estar lejos.
A las cinco de la tarde
cuando no hubo palabras,
cuando fue todo tristeza
fue la hora más amarga.
Lloré y sufrí con tu nombre,
a las cinco de la tarde,
descendí hasta los infiernos,
me acordé de los cobardes.
A mis cinco de la tarde,
le faltó tan poco y tanto,
a mis cinco de la tarde,
te incluí en mi diccionario.
Palabra cruel desalmada,
llena de odio y de carne,
te prometo que si vuelvo,
vuelvo con toda mi sangre.
Vuelvo como vuelve el Fénix,
que se levanta del fuego,
que vuelvo a ser lo que fuimos,
con River hasta mi entierro.
martes, 21 de junio de 2011
Sabor a Invierno (La mirada)
Una mirada sola no es nada,
las miradas se necesitan,
buscan compañía,
se esperan unas a otras.
La mirada solo es si se comparte,
si encuentra en su trayecto
-perdida en el espacio-
otra que la acompañe.
Las miradas no respiran,
pero siempre están al aire,
no se saben esconder,
la mirada siempre es mirada.
Una mirada se devuelve,
como un favor, como un beso,
como un insulto, y, como un golpe
hay miradas que duelen.
La mirada que no es mirada
deja lugar a la duda,
y la duda duda de todo,
menos de su certeza de duda.
La mirada es quizás,
dubita entre el quiero y el debo,
la mirada sabe,
oscila entre el miedo y el puedo.
las miradas se necesitan,
buscan compañía,
se esperan unas a otras.
La mirada solo es si se comparte,
si encuentra en su trayecto
-perdida en el espacio-
otra que la acompañe.
Las miradas no respiran,
pero siempre están al aire,
no se saben esconder,
la mirada siempre es mirada.
Una mirada se devuelve,
como un favor, como un beso,
como un insulto, y, como un golpe
hay miradas que duelen.
La mirada que no es mirada
deja lugar a la duda,
y la duda duda de todo,
menos de su certeza de duda.
La mirada es quizás,
dubita entre el quiero y el debo,
la mirada sabe,
oscila entre el miedo y el puedo.
martes, 14 de junio de 2011
Se busca
Se solicita información,
paradero, dirección,
de un muchacho medio loco,
se apellida Corazón.
Se lo vio, para variar,
paseando solo por el bar,
persiguiendo una pollera,
busca musas a rabiar.
Se oculta tras unos Ray Ban
porque no quiere mostrar
que está todo magullado
de tanta caída mal.
Lleva un tatuaje que dice
varios nombres de dolor,
los pintó con acuarela,
pero a fuego se marcó.
Esta un poco malgastado,
muchas veces le dolió,
tiene cortes, raspaduras,
cachetazos y temor.
Late al ritmo de la vida,
y él es pura confesión,
tiene cosas que recuerda
que la gente se olvidó.
No le gusta soportar
la vida que le tocó,
es más grande que el espacio
que mi pecho reservó.
Se fue quién sabe dónde,
por favor contéstenme,
porque es buena compañía
aunque no lo traten bien.
Es un cómplice perfecto,
mi apurado corazón,
le gusta querer de prisa,
esa es su peor condición.
Esta hecho de regalos
que no le quisieron dar,
se los inventó con besos
que no supo suplantar.
Se ha extraviado por la noche,
mi locura lo buscó,
se ha perdido ante tu boca,
mi travieso corazón.
paradero, dirección,
de un muchacho medio loco,
se apellida Corazón.
Se lo vio, para variar,
paseando solo por el bar,
persiguiendo una pollera,
busca musas a rabiar.
Se oculta tras unos Ray Ban
porque no quiere mostrar
que está todo magullado
de tanta caída mal.
Lleva un tatuaje que dice
varios nombres de dolor,
los pintó con acuarela,
pero a fuego se marcó.
Esta un poco malgastado,
muchas veces le dolió,
tiene cortes, raspaduras,
cachetazos y temor.
Late al ritmo de la vida,
y él es pura confesión,
tiene cosas que recuerda
que la gente se olvidó.
No le gusta soportar
la vida que le tocó,
es más grande que el espacio
que mi pecho reservó.
Se fue quién sabe dónde,
por favor contéstenme,
porque es buena compañía
aunque no lo traten bien.
Es un cómplice perfecto,
mi apurado corazón,
le gusta querer de prisa,
esa es su peor condición.
Esta hecho de regalos
que no le quisieron dar,
se los inventó con besos
que no supo suplantar.
Se ha extraviado por la noche,
mi locura lo buscó,
se ha perdido ante tu boca,
mi travieso corazón.
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